2024

Durante la residencia en La Casa Móvil (Algodonales, Andalucía, España), indagué en la idea cuerpo-como-casa, casa-como-cuerpo, explorando relaciones entre realidades (lo que sean construidas u orgánicas) – internas y externas, del mundo viviente, que habito y que me habitan.
Como viajadora, busqué materiales portátiles, ligeros y cotidianos en la papelería local, y planteé preguntas abstractas para abrir un diálogo con mi cuerpo-casa y la casa-cuerpo del entorno más amplio.
Realicé el proyecto a través de metodologías encarnadas y expandidas, y salió un proceso fluido por medio de la escritura y dibujos lúdicos, y un video como registro de huellas dejadas del entorno en mi cuerpo-casa.
Pasé horas en la sierra siguiendo senderos de cabra, abriendo mis sentidos y saboreando las llamadas de las chicharras, los susurros de los árboles, olores de paja y tomillo silvestre, las texturas de rocas jurásicas, colores y sensaciones del seco y ardiente entorno natural, bañándome en el río, tomando el dulce agua subterráneo y poniendo atención en los animales y plantas alrededor. Jugué con realidades y sistemas construidos como lenguaje – intercambiando las definiciones de cuerpo y casa y experimentando con interconexiones entre sistemas orgánicos.
Fue una experiencia única y experimental de autorreflexión, flujo y conexión corporal que – gracias a tener tiempo, espacio, y desconexión de responsabilidades diarias – me permitió claramente identificar patrones y huellas ecoculturales, seguir un sendero interno, interconectar una red de fragmentos por trazos e hilos, transponer capas de realidades y canalizar ideas conceptuales, internas y externas. El proyecto continúa! Como una rica fuente de ideas.